La única mujer asesinada en Almería por el franquismo: una heroína fusilada con solo 19 años por luchar contra Franco y Hitler

La luchadora libertaria, Encarnación Magaña, pondrá nombre a la primera calle con denominación de mujer gracias a los alumnos de un IES de su pueblo
elplural.com | 23.07.20 | Juan Luís Valenzuela

Una iniciativa de alumnos de un Instituto de Educación Secundaria, aceptada y recogida por el ayuntamiento almeriense de Tabernas, ha hecho posible dos cuestiones relevantes. Por un lado, que este municipio cuente con la primera calle con nombre de mujer. Por otro lado, que la figura de la única mujer fusilada en la provincia de Almería en la época franquista, Encarnación Magaña, sea honrada y elogiado su compromiso con la libertad. Magaña, natural de Tabernas, fue fusilada en las tapias del cementerio de Almería con tan solo 19 años en la madrugada del 11 de agosto de 1942.

La iniciativa partió de los alumnos del IES «Manuel de Góngora» que enviaron seis propuestas ‘Tabernas con nombre de mujer’ para que este municipio conocido por ubicarse junto a la zona desértica que lleva su nombre y por haber sido lugar de rodaje de varios spaghetti western, contase con la primera calle rotulada con el nombre de una figura del género femenino. Según el alcalde, José Díaz, “es una manera de dignificar el importante papel de muchas de estas personalidades a lo largo de nuestra historia».

Exhumación cadáveres fosa Porreres memoria histórica

Huérfana desde los dos años y adoptada, forjó su personalidad rebelde

Encarnación Magaña Gómez quedó huérfana a los dos años y fue adoptada. Por ese hecho se eliminaron los apellidos iniciales conociéndosela como Encarnación García Córdoba. Era hija de José Magaña Rosa, jornalero, y Dolores Gómez Soriano, ama de casa. Su padre murió en un accidente de trabajo en 1922. Cuatro años más tarde su madre fallecía en Almería, a donde se habían trasladado para trabajar en una trapería. Luego vino la adopción. Este devenir le hizo forjarse un carácter fuerte y un espíritu rebelde e independiente, por lo que desde jovencita fue una destacada “luchadora por la legalidad republicana”. Encarnación defendió las libertades democráticas oponiéndose al régimen de manera organizada. Se encargó de traducir los partes de las noticias de la BBC británica sobre la Segunda Guerra Mundial y de hacerle copias. Dichas copias luego las distribuía en Almería y en Gibraltar como parte de una publicación antifranquista, a favor de los aliados en guerra contra la Alemania nazi de Hitler.

Abraza la causa anarquista con la CNT y las Juventudes Libertarias

Su filiación política era claramente anarquista habiendo pertenecido a la CNT y a las Juventudes Libertarias. Al finalizar la Guerra Civil en 1939, decidió hacer oposición al régimen franquista. Por ello decideió afiliarse a la CNT en Almería. Sus primeras labores iban en la línea de ayudar a los presos políticos que salían de la cárcel procurándoles medios para sobrevivir, atenciones sanitarias y hospedaje.

Toda esa destacada actividad conllevó varias detenciones por el régimen franquista. Una de estas detenciones se produjo en marzo de 1942 por formar parte de una organización clandestina, conocida como el ‘Parte Inglés’. Se le acusó de ser dirigente, en concreto la secretaria del ‘Parte Inglés’, y por ello fue condenada a pena de muerte junto siete compañeros: los ‘Siete claveles blancos y una rosa roja” como se recoge en el libro ‘Memoria Viva de Andalucía’, de Fernando Martínez, Leandro Álvarez y Sergio Mellado. Fue enterrada en una fosa común con dos de ellos con tan solo veinte años.

Desde las Juventudes Libertarias, desempeñó responsabilidades importantes en la organización Mujeres Libres llevando a cabo actividades de lucha y propaganda como el festival benéfico de Solidaridad Internacional Antifascista o las visitas a los frentes de Granada para llevar prensa y comida a los milicianos.

El «Parte inglés» y la BBC británica

Pero su acción más sonada, mencionada anteriormente y que al final le costó la vida, fue el integrar junto a un grupo de almerienses una organización clandestina que hacía oposición publicando y distribuyendo octavillas copiadas de los partes de guerra que la BBC radiaba diariamente durante la II Guerra Mundial. Estos textos servían también para publicar el Gibraltar Calpense.

Detención y proceso por “peligrosa para nuestra España Nueva”

Tras sufrir su primera detención fue liberada, pero en julio de 1939 vuelve a ser detenida hallándole en su domicilio propaganda de la CNT y ejemplares de la publicación Solidaridad Obrera en la que se criticaba a Hitler y el bombardeo alemán junto a libros, cartas y fotografías de militantes que ella misma había reclutado en la capital y varios pueblos de la provincia. Magaña fue acusada de “peligrosa para nuestra España Nueva”.

El 24 de noviembre de 1941, merced a un “chivatazo”, Encarnación fue detenida otra vez por las autoridades franquistas  por difundir “propaganda subversiva” e integrar una organización clandestina. Meses antes, en abril, fueron detenidos 116 compañeros liderados por el estudiante Joaquín Villaespesa Quintana. Es a partir de ahí cuando se inicia el proceso sumario conocido como ‘El parte inglés’. Esta farsa judicial afectó a  117 personas y fue impulsada por orden del Gobernador Militar de Almería.

Fusilados en la tapia del cementerio los «Siete claveles blancos y una rosa roja»

Se ha calificado la sentencia del “Parte Inglés” dictada por el Tribunal Militar como llena de un afán «ejemplarizante» de los dirigentes del régimen que comenzaban sus inicios en esos primeros años de la década de los 40. El 18 de mayo de 1942, siete compañeros de Encarnación y ella misma fueron condenados a muerte en las tapias del cementerio de San José de la capital almeriense. En la madrugada del 11 de agosto fueron fusilados los denominados «Siete claveles blancos y una rosa roja«. Fue enterrada en una fosa común con dos de ellos. Solo tenía veinte años en el momento de su ejecución. La única mujer fusilada en la Almería franquista que ahora tendrá, por fin, una calle en su pueblo, Tabernas.

Gracias a la investigación del historiador Eusebio Rodríguez Padilla, autor de diversos libros sobre la represión franquista en las provincias de Almería y Granada (La guerrilla antifranquista en la provincia de Almería. Huidos, guerrilleros o bandoleros  o El Parte Inglés. La lucha antifranquista desde la clandestinidad en Almería, entre otros) se sabe que los fusilamientos se realizaron en el muro derecho de la entrada al cementerio de San José, usando las luces de los vehículos para iluminarse. Según este experto, Encarnación Magaña Gómez, Antonio González Estrella y Cristóbal Company García fueron enterrados en la fosa treinta.

Un aviso del franquismo almeriense a los defensores de la libertad

En definitiva, el Parte Inglés fue el intento de un grupo de jóvenes almerienses que se opusieron al franquismo al mismo tiempo que ayudaron a las familias de los presos. Una organización secreta que traducía la prensa inglesa en relación a la Segunda Guerra Mundial y la distribuían por toda Almería. Este hecho dejó en mal lugar a las autoridades franquistas y falangistas, civiles y militares que «compitieron por hacer méritos en la dureza de los interrogatorios y los logros obtenidos con ellos. La respuesta de la dictadura militar fue feroz y terrible, donde se detienen a más de cien personas y a ocho de ellos se le condena a muerte; además de otros cinco inculpados que corrieron la misma suerte por causas que se les siguieron de forma paralela a la 1319/41. Destaca sobremanera la figura de Encarnación Magaña Gómez, por su arrebatadora personalidad y sus dotes de liderazgo, siendo la única mujer fusilada en Almería cuando sólo contaba la edad de 19 años. La dictadura fue implacable con ellos, mostrándolos como advertencia de lo que les ocurriría a todos aquellos que intentasen imitarles».

Tranquila y serena ante el peloton de fusilamiento

Tanto Encarnación Magaña Gómez como Joaquín Villaespesa llegaron hasta la capilla serenos como lo demuestra la firma de la notificación, con una letra clara y recta, en contraste con la actitud de incredulidad de otros y que incluso se negaron a firmarlas «en un estado, fácil de imaginar de extremo nerviosismo ante el trágico final que adivinaban se cernía sobre ellos en las próximas horas”. En el cementerio, momentos antes de su fusilamiento, Encarnación Magaña se negó a recibir la comunión. Cuando la joven llegó a las tapias del cementerio fue besando uno por uno a sus compañeros. Cuentan que mostró su orgullo sin lágrimas en los ojos. Se alineó junto a ellos y sus ultimas palabras fueron» ¡Tirad al corazón! ¡Matadme! Veinte hombres y un oficial hicieron las descargas y ocho cuerpos caen fulminados y luego  arrojados a una fosa común. Solo el cuerpo de Villaespesa fue exhumado  y pudo ser enterrado en el panteón familiar. Los familiares de los demás, entre ellos los de Magaña no pudieron ni tan siquiera velarlos.

Un compañero que llevó  flores a la fosa fue condenado

Como anécdota dejamos esta de un simbolismo fraternal enorme y de un final también triste. Un militante anarquista y compañero de Encarnación y los fusilados, Fernando Rodríguez Ramos, subió por las tapias del cementerio de San José y en la oscuridad de la noche depositó una corona de flores en la fosa. Detenido por este hecho, fue luego condenado. Era un miembro más del «Parte Ingles», la organización que luchó valientemente con partes de guerra de la BBC y otras heroicas acciones contra Franco y Hitler. Un grupo de valientes que se opusieron al fascismo y al nazismo y defendieron de los valores democráticos y republicanos a costa de sus vidas.

Imagen destacada: https://almeriaisdifferent.com/

Fuente noticia: https://www.elplural.com/sociedad/unica-mujer-asesinada-almeria-franquismo-heroina-fusilada-19-anos-luchar-franco-hitler_244556102

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad